Nuestra esencia comenzó a cambiar a medida que Pedro y Óscar se iban adentrando cada vez más en la cocina.
Nuevos productos, nuevos utensilios, métodos… los cuales les llevaron a descubrir sabores, texturas y olores que suponían sentir un enardecimiento cada vez más fuerte por su pasión.
Esto supuso que la gastronomía de El Ermitaño fuese tomando poco a poco nuevas direcciones hacía una cocina más moderna, pero siempre sin perder su toque tradicional.
Años más tarde, uno de los mayores referentes a nivel mundial en el campo de la gastronomía, la Guía Michelín, nacida a finales de la década de 1920, nos incluía en su rigurosa selección de establecimientos de restauración de calidad, otorgándonos nuestra primera estrella en el año 2001 hasta el 2010 y que desde 2016 vuelve a brillar.
El afán de progresar, así como de continuar buscando y probando nuevas experiencias culinarias, hace que la creatividad de nuestros chefs esté en constante ebullición y dignifique cada vez más su Ermitaño.Es
A pesar de buscar siempre nuevas emociones con gran multiplicidad de ingredientes, nunca se ha perdido la esencia y se ha priorizado con los productos locales.